Dodecálogo para un Lenguaje No-Sexista

 


DODECÁLOGO PARA UN LENGUAJE NO-SEXISTA

 

“……Es importante tanto lo que se nombra, como lo que no se nombra, así como el modo en el que somos nombradas. Tomar esto en consideración supone reclamar una comunicación que no sea ambigua, discriminatoria ni excluyente….”

 

1      APRENDE A DETECTAR EL SEXISMO LINGÜÍSTICO

Incurrimos en sexismo lingüístico cuando las palabras o estructuras que empleamos son discriminatorias para alguno de los sexos. Para detectar el sexismo lingüístico resulta de gran utilidad la llamada regla de inversión, que consiste en sustituir los términos femeninos por los correspondientes masculinos, y viceversa.

Llegó acompañado de su mujer.

Llegó acompañada de su hombre.

 

2      EMPLEA SOLUCIONES ECONÓMICAS PARA      EVITAR EL MASCULINO GENÉRICO

El masculino puede producir ambigüedad y ocultar a las mujeres. Para que esto no suceda, nuestra lengua dispone de sustantivos que, con independencia de su género gramatical, designan a ambos sexos, como los epicenos (personaje, víctima), los colectivos (juventud, comité) y los abstractos (dirección, presidencia).

Los jóvenes practican fútbol cada vez más.

La juventud practica fútbol cada vez más.

 

3      RECURRE A TÉRMINOS QUE NO POSEEN MARCA DE GÉNERO

Los pronombres no marcados como quien/quienes (en lugar de el que/los que), alguien y nadie (en lugar de uno/s, alguno/s y ninguno), los sustantivos comunes en cuanto al género, usados sin artículo (periodistas y cantantes asistieron al acto) son muy útiles para englobar a mujeres y hombres.

Los que asistan recibirán un certificado.

Quienes asistan recibirán un certificado.

 

4      OMITE LOS MASCULINOS INNECESARIOS

En muchas ocasiones se puede omitir el sujeto en masculino genérico y optar por mantener tan solo los morfemas verbales (recomendamos…) o bien por cambiar por otra construcción verbal, como imperativos (rellena), infinitivos (a pagar en...) o estructuras con Se (Se abonará en).

Los usuarios deben rellenar los impresos.

Rellene los impresos.

 

5      VISIBILIZA A LAS MUJERES

Cuando no se puede optar por otro procedimiento más económico, podemos recurrir a locuciones y perífrasis (la clase política), aposiciones o aclaraciones (los participantes, mujeres y hombres...), desdoblamientos (los padres y madres) barras (niño/a). Estas últimas sólo son recomendables para suplir la falta de espacio en los impresos y formularios.

A la reunión asistieron los ministros.

A la reunión asistieron las ministras y los ministros.

 

6      ALTERNA EL ORDEN DE PRESENTACIÓN

Cuando se usen desdoblamientos y barras es necesario alternar el orden, ya que, si siempre se opta por anteponer el término o la desinencia masculina a la femenina (hombres y mujeres, Sr./Sra.), se contribuye a consolidar la idea de que un sexo es prioritario con respecto al otro.

A la boda asistieron el padre y la madre, el tío y la tía.

A la boda asistieron la madre y el padre, el tío y la tía.

 

7      NO INCLUYAS A LAS MUJERES BAJO EL TÉRMINO DE HOMBRES

Emplea la voz hombre como sinónimo de varón cuando nos refiramos exclusivamente a los individuos de sexo masculino (los hombres son reacios a solicitar la baja paternal) y opta por otras palabras cuando queramos referirnos a los dos sexos (personas, seres humanos, individuos, gente…).

Es necesaria la paz entre los hombres.

Es necesaria la paz entre las personas.

 

8      FEMINIZA LOS CARGOS, OFICIOS Y PROFESIONES

De esta manera manifestamos y valoramos la presencia y la función de las mujeres en el ámbito privado y público, contribuimos a visibilizarlas y a romper la mentalidad de que el protagonismo corresponde a los hombres y de que las mujeres no desarrollamos trabajos reconocidos socialmente.

Fueron entrevistadas un abogado y una médico.

Fueron entrevistadas una abogada y una médica.

 

9      OTORGA EL MISMO TRATAMIENTO A MUJERES Y A HOMBRES

La desigualdad en el trato minimiza a las mujeres y engrandece a los hombres. Para que esto no ocurra es conveniente nombrar de modo simétrico a ambos sexos: bien por el nombre y el apellido, sólo por los apellidos o con fórmulas señora/señor o don/doña.

Participarán en el congreso el señor Prieto y Carmen Álvarez. Participarán en el congreso la señora Álvarez y el señor Prieto.

 

10    PRESENTA A LAS MUJERES POR SU IDENTIDAD SOCIAL O PROFESIONAL

Es necesario evitar que las mujeres sean presentadas por su condición sexuada, sustituyendo o relegando a un segundo plano su identidad social o profesional. Por tanto, debemos suprimir términos como mujer o femenina siempre que resulten redundantes.

Las mujeres deportistas han jugado un buen partido.

Las deportistas han jugado un buen partido.

 

11    EVITA LAS RELACIONES DE DEPENDENCIA

Las mujeres deben aparecer nombradas con personalidad en sí mismas, de modo que se conozcan y valoren como personas independientes. Para ello hay que evitar expresiones como esposa de, mujer de, señora de, viuda de, que presentan al sexo femenino con un papel secundario o subordinado con respecto al masculino.

Estarán en el acto la mujer de Paco y la viuda de Antonio.

Estarán en el acto Amparo y Rosario.

 

12    HUYE DE LOS ESTEREOTIPOS SEXISTAS

Muchos coloquialismos (cojonudo/ coñazo), frases hechas (mujer tenía que ser), refranes (la mujer en casa y con la pata quebrada), etc., consolidan estereotipos sexistas que encasillan a mujeres y a hombres en los roles tradicionales. Utilizando estas expresiones dificultamos el avance hacia la igualdad.

Los chicos no lloran.

Las niñas deben ser hacendosas.

 

Recogido de la agenda de 2007 del Instituto Andaluz de la Mujer por Manuela Carrasco Mihi, asesora de formación del CEP Linares-Andújar, y actualizado en primavera de 2022.


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